Las Leyendas de la Bachata

Veneradas figuras del historiado pasado de la bachata

A principios de los años ochenta, Ramón Cordero, Isidro Cabrera “El Chivo sin ley”, Leonardo Paniagua, Augusto Santos, y Edilio Paredes se juntaron para crear una serie de conciertos bajo el nombre de “Lunes de amargue” (en honor al agridulce sentimiento del amor no logrado). La serie se convirtió en todo un éxito y al poco tiempo surgió la copia de imitación ‘Noches de amargue’. A la bachata se le empezó a conocer como “música de amargue”, un término que aún se utiliza en la actualidad. La serie de amargue atrajo públicos de todas las clases sociales de la sociedad dominicana, y marcó el principio del fin de la marginalización de la bachata. El magnetismo de estos artistas es irresistible, y su histórica colaboración se revive ahora en las Leyendas de la Bachata.

30 años despues...
El lanzamiento en el 2007 de “Bachata Roja: Acoustic Bachata from the Cabaret Era” (iASO Records) despertó el interés internacional en la bachata tradicional. Al año siguiente y utilizando a la ciudad de Nueva York como base, ‘Las Leyendas de la Bachata Roja’ lanzaron una serie de conciertos por los Estados Unidos. Entre presentaciones, iASO organizó sesiones de grabación en el también legendario Studio One East de Nueva York. El resultado es una colección de nuevas grabaciones de estos extraordinarios artistas, realizados con una madurez de espíritu y una calidad de audio nunca antes disponible para esta generación.

Edilio Paredes
El requinto, o primera guitarra, es la segunda voz de la bachata. Los floridos riffs del virtuoso Edilio Paredes, quien grabó con prácticamente todas las estrellas de la bachata pre-eléctrica, establecieron el sonido de la bachata de antaño. Las interpretaciones de Edilio siempre empujaban los límites, su ejecución musical es profundamente tradicional y a la vez brillantemente innovadora. En un país en donde la guitarra es ubicua y sus maestros idolatrados, Edilio es reconocido como el intérprete supremo de la era clásica de la bachata.

Ramón Cordero
Ramón Cordero empezó a cantar a principios de los años sesenta acompañado en el requinto por Edilio Paredes, su amigo de la infancia y colaborador de toda la vida. Los dos se hicieron amigos cuando Edilio, quien tenía como 10 años de edad, empezó a acompañar al tío de Ramón. Posteriormente Edilio se mudó de San Francisco de Macorís a Santo Domingo en donde se alojaba con (y compartía la cama de) el abuelo de Ramón. Ramón siguió a Edilio a la capital y los dos empezaron a grabar juntos al poco tiempo. La voz rústica de Ramón y su conmovedor lirismo le generó admiradores de culto en la República Dominicana, en donde prevaleció como uno de los reyes de la bachata en los años setenta y ochenta.

Augusto Santos
Como guitarrista, Augusto era el segundo en virtuosismo después de Edilio, y tiene varios éxitos en su haber. Su carrera de cantante prendió con su éxito ‘Con el amor no se juega’ en los años setenta, la cual continúa siendo hoy en día una de las más populares bachatas tradicionales. A principios de los años ochenta, Augusto y Ramón Cordero formaron un popular dueto, “Los Inimitables”, cuyo repertorio contiene unas de las bachatas mejor elaboradas que fueron grabadas en esa época. La sensual interpretación de Santos en la guitarra y su rico barítono combinan perfectamente con el quejumbroso tenor de Cordero. Augusto también colaboró con Cuco Valoy en ‘Los Ahijados’ – un popular grupo de son que es la versión dominicana de ‘Los Compadres’ de Cuba.

Isidro Cabrera “El Chivo Sin Ley”
El Chivo se hizo de su apodo con el éxito musical “El Chivo Sin Ley” de 1977 – que fue grabado junto con Paredes. Sin embargo la canción lo puso en aprietos pues un general del ejército dominicano sospechaba que él era el destinatario de la burla de las lúdicas letras de la canción. Chivo conservó la melodía y regrabó la canción como “Bendita nena”, pero el apodo se le quedó.

En los años setenta y ochenta la popularidad de Chivo era inmensa. Había ajetreadas noches en las que él se presentaba en una media docena de lugares distintos, desplazándose rápidamente en taxi entre un lugar y otro, a donde lo esperaba una banda musical en cada sitio.

Leonardo Paniagua
En los años setenta la dulce voz y suaves letras de Leonardo Paniagua lo diferenciaron de otros bachateros, ayudándolo a convertirse en el artista de más venta de la época. Paniagua grabó bachatas de tipo balada, produciendo éxito tras éxito para Discos Guarachita y Radhamés Aracena. Mientras que Paniagua ha preferido conservar la antigua tradición acústica de la bachata, su suave y expresivo estilo de canto y sus románticas letras de tipo balada se han convertido en un elemento primordial de la bachata moderna, en honor de la profunda y continua influencia de Paniagua.