Augusto Santos

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Si el nombre de Edilio Paredes, el gran arreglador y guitarrista de la bachata, es indeleblemente inscrito en cada aspecto del desarrollo temprano del género, es sin embargo imposible pasar por alto las contribuciones de Augusto Santos, el rival hizo tanto como Paredes para adelantar el género. Del tiempo cuando José Manuel Calderón grabó la primera bachata en 1962, a la modernización del género por Blas Durán y Antony Santos a los finales de los 1980, casi cada cantante importante grabó partes de su repertorio con Paredes y con Santos. Una lista muy corta de artistas que tenían canciones arregladas y grabadas por ambos incluye, a pesar de Calderón y Durán, Marino Pérez, Ramón Cordero, Leonardo Paniagua, y Eladio Romero Santos. De hecho, no sería exagerado decir que, si no fuera para el trabajo de estos dos hombres, la bachata nunca hubiera existido como género.

Augusto Santos nació el 5 de Septiembre, 1945, en Los Cacaos, un pequeño pueblo en el campo a las afueras de San Francisco de Macorís. Igual que muchos músicos de su generación, empezó su carrera mientras era joven. Solía seguir grupos locales, siempre listo y entusiasmado para una oportunidad a tocar la güira o las maracas o cantar con ellos. A la edad de 16, pudo comprar una guitarra barata de un vecino, y empezó aprendiendo cómo tocar por sí mismo, observando otros músicos e imitándoles. Durante este tiempo, la bachata todavía era un género muy joven, y Santos aprendió casi cada canción que el radio tocaba – la primera canción que recuerda aprendiendo era “Cariñito de mi vida” por Luis Segura. A la edad de 20, Santos ya era una guitarrista dotada, y sentía que el ámbito musical de Macorís no era bastante para él. Los grupos eran variables, cambiando de una actuación a otra, y nadie grababa ninguna música original. Después de tres años tocando en la ciudad, dejó Macorís y fue al capital, Santo Domingo, con la esperanza de aprovechar de su talento musical. Por casualidad, tuvo mucha suerte. Al momento de llegar Santos en la capital, Cuco Valoy y su hermano Martín Valoy, miembros del dúo popular Los Ahijados, habían recientemente separado. El talento de Santos como cantante y guitarrista causó muy buena impresión a Cuco, entonces formó Los Ahijados de nuevo con Santos en vez de Martín. Valoy enseño a Augusto cómo tocar el quinto, una guitarra de doble cuerda que parece al tres cubano, e inmediatamente Augusto se hizo un miembro de uno de los grupos mejor conocido de la época. No sólo era el músico principal y segundo cantante para los Ahijados, sino Santos también se hizo la guitarrista de hecho para el sello discográfico CMV de Valoy. Los primeros dos discos en que Santos tocó, en 1966, eran su propio “Con el amor no se juega” y “Ladrona” por Felix Quintana – ambos eran éxitos y ahora son clásicos del repertorio de la bachata. Desde entonces, Santos grabó la guitarra principal y los estribillos de canciones innumerables.

Mientras que su fama aumentaba, una competencia amistosa surgió entre Santos y Paredes, ya que cantantes y productores querían que cualquier de los dos grabara con ellos. Con respecto a números de grabaciones, es imposible determinar cual de ellos hicieron una contribución más grande al catálogo de la bachata; y con respecto a la importancia de ambos en influir el género, es igualmente difícil evaluar. Mientras Edilio ha llegado a tener más fama, él sí mismo admite su respecto profundo para el impacto de Santos en la música; y cabe destacar que muchos de sus contemporáneos preferían grabar con Santos que Paredes, cuyo estilo florido podía ser a veces demasiado elaborado para su audiencia. Tal como dijo un cantante popular de la época “Edilio tocaba más guitarra, pero las canciones de Augusto siempre eran éxitos.” Estos éxitos eran demasiados para contar, pero incluyen muchas de las bachatas mejores conocidas de todo el tiempo, como “El trago del olvido” por Marino Pérez, “La causa de mi muerte” por Ramón Cordero, “Ladrona” por Quintana y “Clavelito” por Blas Durán. Hoy en día, histórianos de la bachata conocen Santos como una artista revolucionario del estudio, pero él tuvo varios éxitos notables como cantante también. El primer de esos, “Con el amor no se juega,” permanece un clásico, tanto como “Olvida ese hombre,” que Santos grabó en 1972, antes de viajar por primera vez a Nueva York con Cuco Valoy. Todavía recuerda su sorpresa al regresar a la República Dominicana en 1973 y oír su canción tocada en radios y jukeboxes por todo el país. También cantó y tocó para el dúo popular “Los Inimitables” con Ramón Cordero en 1973 y 1974. El repertorio del dúo incluye algunas de las bachata mejores arregladas de esa época, con la manera cuidadosa de tocar la guitarra que empleó Santos, y sus vocales precisas, combinando con el tenor lastimero de Cordero. Casi cada canción de Santos, con o sin Cordero, es en el estilo de cabaret-bachata; canta de aventuras amorosas peligrosas con mujeres casadas (“Olvida ese hombre,” “Guapo y atrevido”), traición y venganza (“Con el amor no se juega,” “Con la misma tijera”), y la vida de un bohemio y hedonista en general (“Si me la dan la cojo”). Igual que el cabaretero Marino Pérez (entre otros), Santos vivía el mismo tipo de vida que sus canciones describían, y no fue reprobado por el estigma general que la sociedad dominicana de la época daba a la bachata. Como dijo él mismo: “Solía pelear con alguien cada noche.”

Además de su trabajo revolucionario como guitarrista y cantante, se destaca Santos por ser el primer bachatero a establecer un grupo en los Estados Unidos. Santos había viajado a Nueva York dos veces antes con Cuco Valoy, en 1973 y 1975, pero en 1982 decidió mudarse allí. En Nueva York, Santos vivía como muchos otros migrantes dominicanos, trabajando en cualquier empleo pudo conseguir – factorías, restaurantes, conduciendo taxi – hasta que decidió formar el grupo el Dúo Oriental con Niño Abreu, con quien había tocado desde su tiempo con Los Ahijados. Santos y Abreu tocaron, sólo acompañados por un tambor electrónico, un repertorio de boleros clásicos, son, y claro, bachata. Ya que eran el único grupo de bachata en la ciudad en esos días, según Abreu, el dúo tenía uno o dos actuaciones cada noche de la semana. Edilio Paredes que vino a quedarse en Nueva York en 1988, dice esto respecto al Dúo Oriental: “En esos días, había trabajo para todos, porque habían tantos locales donde tocar, pero casi ningunos músicos. Cuando yo llegué aquí era fácil, porque la gente que había venido antes de mi; Aridio (Pérez), Jaime Mendoza… pero sobre todos Augusto. Augusto abrió la puerta para todos nosotros.”
Santos continuó tocando actuaciones locales hasta que los números de bachateros mudando a Nueva York aumentaron dramáticamente en los medios de los 1990. Mudó a Lawrence, Massachusetts, en 1995 y su actividad musical disipó – perdió contacto con Abreu, y solo de vez en cuando tocó con otros músicos para un baptismo o una boda. Alrededor de ese tiempo, sufrió una tragedia personal, cuando su hijo murió en un accidente de electrocución en la República Dominicana, y Santos apartó de la música.

A pesar de su rol importante como músico de estudio en los primeros años de la bachata, Santos no había hecho una grabación desde su llegada para vivir en los Estados Unidos. De hecho, no regresó a un estudio hasta 2008 – cuando iASO Records le invitó a participar en la grabación de The Bachata Roja Legends – un grupo que une muchos de los músicos más influyentes de la bachata tradicional. Las nuevas grabaciones de Santos con The Bachata Legends ya están disponibles, y pronto grabará un disco sólo. Sus canciones clásicas “Olvida ese hombre” y “Si me la dan la cojo” están destacada en el lanzamiento de 2007 de iASO llamado Bachata Roja. Desde 2008, Augusto Santos ha regresado a la música, y toca con The Bachata Legends y también con el sonero dominicano – Puerto Plata.

120 Comments

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dario aponte January 24, 2011

Quisiera saber porque no puedo encontrar un video en donde este Augusto Santos,fui requintista de un grupo local a finales de los 80 en el seibo y siempre quise conocerlo personalmente

wendy olivares September 14, 2010

wao, it's incredible, because i'm dominican, and i have been in augusto's concerts, so, i really like his bachata

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