Juan Luis Guerra

En los últimos años la bachata ha traspasado las fronteras de su tierra natal, la República Dominicana, para convertirse en un género de relevancia internacional. No sólo ha incorporado elementos del rock, R & B y la música afro-caribeña, sino que también ha comenzado a llegar a una amplia audiencia en toda Europa, América Latina, e incluso en el Lejano Oriente. Agresivas e innovadoras vías de promoción han ayudado a familiarizar el público con grupos como Aventura y Monchy y Alexandra. Resulta irónico, entonces, que a pesar de que el género se ha hecho cada vez más popular internacionalmente, el nombre que más estrechamente se le asocia fuera de la República Dominicana, y en particular entre los norteamericanos y europeos "World Music" oyentes, es el de Juan Luís Guerra. Guerra que utilizó el nombre de "bachata" en el título de su más exitoso álbum, “Bachata Rosa”, y sin duda sirvió de inspiración para los boleros que grabo, no obstante estas canciones, tienen muy poca semejanza con ella y con cualquiera de sus estilos, definida desde sus inicios por los acordes de José Manuel Calderón cuyo primer registro data de 1962. De hecho, a los ojos de los devotos de este género, Juan Luís Guerra no es y nunca ha sido un "bachatero". Se trata de un homenaje a su reputación y al impacto que su trabajo ha tenido a nivel internacional, lo que lo ha colocado en un lugar importante entre los pioneros de este estilo. Sin embargo, sin olvidar la importancia de Bachata Rosa en la historia musical de la República Dominicana, se puede argüir que la bachata ha sido más importante para Juan Luís Guerra de lo que él ha significado para ella en los actuales momentos.

Juan Luis Guerra - Frío frío
Inspirado por los Beatles y educado en Berklee College of Music en Boston, Juan Luís Guerra vino de un mundo totalmente diferente, al que lo fundadores de la bachata pertenecían, gente como Augusto Santos y Edilio Paredes, llegaron a la capital, Santo Domingo, provenientes del campo y donde de manera autodidacta, aprendieron a tocar la música de Odilio González y Julio Jaramillo. La música de Juan Luís Guerra tiene un origen distinto y en muchos casos comparte los mismos prejuicios contra la bachata que otros miembros de su entorno social han tenido hacia ella.

Antes de su experimento con el género en Bachata Rosa, Juan Luís Guerra se establecido como un músico que ayudó a fortalecer el merengue durante la década de 1980. Su trabajo no fue particularmente exitoso en el ámbito comercial, marcado por la dificultad para conseguir presentaciones para su agrupación 4:40, incluso después del lanzamiento de su popular "Ojala que llueva café". Su música fue innovadora, en su uso de estilos como el soukous y el High Life de África, así como las formas folklóricas afro- dominicanas como el Palo, lo que lo ayudo a posicionarse sobre todo entre las clases media y alta. Nada de lo de lo anterior había logrado el éxito económico y artístico que le garantizo su incursión dentro la bachata claramente inspirando en el bolero

Sonia Silvestre fue la referencia empleada por Juan Luís Guerra en conjunto con el compositor y guitarrista Luís Dias durante la grabación de “Quiero andar”. Para el proyecto Dias compuso una serie de canciones donde recreo las historias de personajes que vivían en los bares y las calles donde la bachata era la música por excelencia. La mayoría de las canciones fueron en tiempo de bolero y si bien se trataba de un intento consciente de imitarla, esta sonaba muy diferente a ella; la cual para el mismo momento estaba siendo grabada por gente como Blas Durán y Luis Vargas. Sin embargo Guerra parece haber encontrado su inspiración en la labor de sus amigos y colegas Silvestre y Dias, miembros de su mismo entorno social, en lugar de haberse inspirado en el trabajo de Durán y Vargas, bachateros que fueron contemporáneos con él.

"Como abeja al panal" fue el primer intento de Juan Luís Guerra en componer al ritmo de la bachata y de nuevo hay que señalar que su trabajo en el género tiene una fuerte semejanza con el bolero o la balada. La canción comenzó como parte de un comercial de televisión para la empresa de ron Barceló y más tarde fue incluido en el álbum Bachata Rosa. Las otras "bachatas" en el álbum fueron "Estrellitas y duendes", "Bachata Rosa" y "Burbujas de amor", que sin duda fueron las más populares de la producción, estableciendo a Juan Luís Guerra como el primer artista dominicano de renombre en toda América Latina y el mundo, e indiscutiblemente “Bachata Rosa” como una de las grabaciones más importantes que jamás se ha hecho por un músico dominicano. El impacto de este álbum sobre el estilo conocido como bachata e incluso su conexión integral es cuestionable. Para empezar, las canciones están muy lejos musicalmente tanto de la bachata que se ha grabado actualmente y de aquella de sus orígenes. De hecho, si a un oyente que no este familiarizado con la bachata se le presenta el estilo a través de las grabaciones de Juan Luís, tendría dificultades para reconocer el trabajo presentado por sus genuinos exponentes. De hecho si se escucha una grabación de Guerra de lado a lado con una muestra de bachata, se arrojaran serias dudas de sus credenciales como bachatero.

Cuando se analizan las bachatas de Guerra, parece que él tenía la intención de hacer hincapié en la conexión de la bachata con otros estilos de guitarras anteriores a ella y provenientes de otros países de América Latina, pero su investigación se quedo corta cuando estudio su situación actual. Por ejemplo, en sus canciones resalta el uso de las maracas, mientras que en una verdadera bachata la Güira sustituyo el uso de las maracas por su versatilidad. Otro ejemplo es en las partes de guitarra, la mayor parte de las canciones fueron grabadas con una guitarra de doce cuerdas, y la doble cuerda, creaba un efecto muy parecido al de las guitarras de tres cuerdas, dándole a los arreglos de Juan Luís Guerra un aire mucho más cercano al bolero que a la bachata. Si bien sus boleros se bailaron al momento del lanzamiento de su disco en la Republica Dominicana, ciertamente no era la misma forma de bailar que se acostumbraba con sus contemporáneos Luís Vargas o Blas Duran ("Esa mujer", "La quiero un millón "). Y, por último, los merengues de Guerra cuyas canciones a menudo relatan la vida de la República Dominicana, las letras de sus bachatas eran más bien pertenecientes al genero romántico y a la familia de estilos como la Balada, a contraposición con la canciones de Marino Perez y otros cantautores cuyos trabajos se dedicaron a contar las historias de la vida en sus barrios.

Su estilo era tan diferente al de sus contemporáneos y al de los nuevos exponentes de la bachata moderna que se hace muy difícil determinar la influencia que ha tenido Juan Luís Guerra dentro del género, si es que la tiene. Incluso durante la época cuando Bachata Rosa estuvo en el máximo de su popularidad, ningún bachatero trato de seguir su ejemplo. Si bien la bachata de hoy esta más pulida y romántica de lo que era en 1985, el cambio no se producen en el momento de mayor apogeo de Guerra. Contemporáneos como Raulin Rodríguez y Antony Santos hicieron su nombre con canciones románticas, pero su estilo musical le debe mucho más a los bachateros que vinieron antes que ellos en particular a Blas Durán y Luís Segura, que a Juan Luís Guerra. El sonido y el tiempo de la guitarra en canciones bailables como "Voy pa'lla" y "Medicina de amor" tienen muy poco en común, con la música que Guerra hacia en la misma época.

Durante los últimos 10 años la bachata ha evolucionado cuidadosamente hacia un género un poco más romántico y esto en gran medida a la introducción de vallenato por el dúo Monchy y Alexandra. Esta inclinación se remonta al éxito de Luís Vargas con el vallenato "Volvió el dolor" en 1997. Las letras del Vallenato en grupos como El Binomio de Oro son más internacionales y universales que la de las bachatas de Santos y Rodríguez, que tienen un sabor distintivamente dominicano. A medida que la forma ha crecido y se ha hecho más popular internacionalmente, bachateros han buscado formas para hacer un llamamiento a las audiencias en lugares como América Central y Mexico, y la grabación de vallenatos como bachatas ha sido una parte fundamental de ese esfuerzo. Las letras de Juan Luís Guerra, aunque sin duda tan universal como las de los más populares compositores de vallenato, no parecen haber tenido una influencia directa en los cambios estilísticos que han tenido lugar desde "Volvió el dolor".

Esto no quiere decir que el éxito de Juan Luís Guerra no haya influido indirectamente en estos cambios. No es casualidad que el sentido sexual y letras sobre la vida en los barrios comenzara a perder popularidad mientras Guerra esta en su etapa de mayor apogeo. Aunque los bachateros no parecen haber estado interesados en reproducir el estilo musical de Juan Luís Guerra, si lo estaban en repetir su éxito comercial. En sus intentos de hacer esto, muchos productores de bachata alentaron a sus artistas para grabar canciones que no ofendieran los valores de la clase media; en particular con connotaciones de índole sexual, convirtiéndose en una antena para el rápido crecimiento y establecimiento de las compañías discográficas que se ocupan de producir bachata. Cuando Monchy y Alexandra comenzaron a grabar y promover su música para el público Latinoamericano, precisamente a través de medios tales como la adaptación de letras del vallenato a la bachata, es muy probable que Guerra haya sido uno de sus modelos a seguir en la búsqueda se ese éxito comercial.

Mientras Juan Luís Guerra gana el reconocimiento de bachatero dentro de los medios de comunicación, punto que puede debatirse y sus canciones son bien aceptadas por el público, su estilo empieza a ganar espacio y aceptación entre la clase media. Pero por otro lado sus seguidores no son así de receptivos a la música de algunos exponentes de la bachata como Luís Vargas o Blas Durán y esto se dio porque sus estilos no eran similares. Es por eso que puede cuestionarse si el fue la llave que abrió las puertas al género, porque sus exponentes tradicionales siguieron luchando por ganarse la aceptación y el reconocimiento en los años que le siguieron a su éxito. También es cierto que mientras Juan Luís Guerra fue aclamado en toda América Latina, esto no se traslado al reconocimiento internacional de la bachata, así como al desarrollo de su mercado internacional. Este mercado se comenzó a desarrollar mucho más tarde, con la aparición de grupos como Aventura y Monchy y Alexandra y al aumento del contacto entre la audiencia tradicional de la bachata y otros grupos de inmigrantes de países de América Latina en Nueva York, Miami, y otras ciudades tanto de Estados Unidos como Europa.

La prensa burguesa de la República Dominicana siguió muy de cerca el éxito de Juan Luís Guerra y su Bachata Rosa. La bachata había ido creciendo en popularidad y había pasado por algunas etapas de modernización, desde Julio Angel con su canción "El pajón" en 1982 se inicia la era del doble sentido sexual, pero el cambio más significativo fue después de Blas Durán cuando introdujo la guitarra eléctrica en 1986, estos cambios y los que le siguieron contribuyeron al aumento es su popularidad, pero la influencia que en ellos pudo haber tenido Juan Luís Guerra es insignificante. Otro cambio que ayudo a popularizar la bachata fue tocar la guitarra con un estilo un poco más merenguero, haciéndolo mucho mas bailable y familiarizando al público que no sabia bailar este estilo, con uno mas bailable. Esta innovación puede ser acreditada a Durán en primer lugar, y más tarde a Luis Vargas y Antony Santos, que fueron influenciados por Eladio Romero Santos. Durán también ayudó a mejorar las técnicas de producción a través de la introducción de una Multi-tracrecording. A raíz de estos éxitos, se le abrió una puerta a la bachata que le permitió entrar al medio de la radio y la televisión y promover la música fuera de la República Dominicana. La nueva clase de dominicanos con mayor poder adquisitivo que fue creciendo en Nueva York no compartió los valores de la clase media Dominicana y proporcionó un terreno fértil para el crecimiento en la popularidad de la bachata. De hecho, la clase tradicional media y alta de la República Dominicana aceptaron la música de Juan Luís Guerra con los brazos abiertos y siguieron rechazando la bachata durante muchos años después de su éxito. Por otra parte, la bachata nunca tuvo la necesidad de una audiencia de clase media en la República Dominicana. Un número importante de productores de merengue y otras figuras claves en la industria de la música dominicana no le es fácil admitir que el merengue, la balada y el mercado pop no son los únicos genero musicales de grandes ventas en el mercado interno Dominicano. Es fácil argumentar que con la introducción de la guitarra eléctrica y su modernización, es inevitable que la bachata aumentara sus ventas y creciera en popularidad durante el decenio de 1980.

El legado de Juan Luís Guerra parece estar fuera de lugar, ciertamente él es, el compositor de algunas de las más hermosas canciones de amor nunca antes escuchadas 1 (véase, la nota). (véase la nota) en América Latina y sin duda ha sido el artistas dominicano que mas fama y prestigio ha ganado y merecidamente. Sin embargo, su nombre es mucho mas afín cuando se menciona en compañía de cantautores como Silvio Rodríguez de Cuba, o el de compositores de merengue clásico como Luís Alberti, que junto a bachateros como Blas Durán y Julio Angel, con quienes comparte tan poco social y artísticamente. El trabajo de Juan Luís Guerra revitalizó el merengue dominicano y la canción popular, su estilo siempre estará vinculado con otro con el que poco tenía que ver, a no ser por el titulo de su producción Bachata Rosa, pero el tiempo parece haber llegado, sin embargo, el hecho de separar levemente el nombre Guerra con el estilo de la bachata, no deja de reconocer el gran aporte que el ha traído a la música popular dominicana, pero si le da justicia a aquellos que, al igual que Antony Santos, Blas Durán , Luís Segura y Edilio Paredes, fueron realmente responsables de que la bachata se convirtiera en lo que es hoy.

1. Esa es la opinión del autor. A nuestro juicio, Latinoamérica posee grandes compositores!