Cabaret Bachata

En la República Dominicana, un cabaret es un burdel, y el burdel llegó a ser el local principal de la bachata. Los guitarristas dominicanos de las generaciones de la pre-bachata relatan que la guitarra fue siempre el instrumento más cercanamente relacionado con la bebida y la prostitución, y en realidad ese es el caso a lo largo de América Latina. Pero tal vez el cabaret no tomó un rol tan central en ningún otro estilo de guitarra.

Aunque la música de guitarra puede ser la música de elección para las borracheras latinoamericanas, los bachateros no cercaron de buena gana su territorio en el burdel. Más bien ellos fueron conducidos allí, algunas veces por condiciones sociales y fuerzas comerciales y algunas veces un poco intencionalmente por promotores de otros tipos de música. Desde su comienzo, la bachata fue la música preferida en los campos. Después de la muerte de Trujillo una migración masiva del campo a la ciudad tomó lugar, donde los campesinos vivían en los barrios más pobres y más marginados, a menudo sin agua, electricidad, o cualquier otro tipo de servicio público. La guitarra, ya asociada con las canciones de desolación y desesperación cantadas por personas como Felipe Rodríguez, también comenzó a ser asociada con la pobreza, y con el supuesto retraso de la población rural. Los promotores de la salsa y el merengue tomaron ventaja de esta percepción, y comenzaron a referirse a la bachata como cachivache (algo sin valor, una baratija) y música de guardia (música de soldados, la música que escuchaban los soldados de bajo rango mientras bebían en los burdeles). Entre la percepción que el público tenía de ésta como subdesarrollada y la campaña activa, se prosiguió contra ésta mediante la industria del merengue, la bachata fue relegada al cabaret y llegó a ser una oveja negra en su propio país.

Naturalmente, la música empezó a reflejar el ambiente en el que se tocaba. Una generación completa de bachateros cantan hablando de amantes que son prostitutas, peleas y celos entre amantes, pobreza y los problemas de vivir en los peores y más peligrosos barrios en la ciudad, la desesperación y el libertinaje. Los bachateros de este período también cantaban canciones de despecho, insultando a un amante que los dejaron plantados, así como desafíos e insultos a otros bachateros. Casi cada bachatero antes de 1990 hizo algún trabajo en este estilo, y ciertamente Luís Segura puede ser considerado en un sentido un bachatero de cabaret; pero los bachateros que definieron más este estilo incluyeron a Marino Pérez (Nadie me quita esa hembra) , Bolivar Peralta, Blas Durán (Equivocada) , y Mélida Rodriguez. Rodríguez nos da una rara vislumbre (en la bachata) dentro de la experiencia de la mujer en el cabaret.

Fue con la bachata de cabaret que el género comenzó a consolidarse, a medida que los bachateros insertaban temas que no podían ser considerados de ninguna manera apropiados para el bolero. Existieron boleristas que se relacionaron específicamente con el bar y el burdel, como Felipe Rodríguez y Blanca Iris Villafañe, y su música fue la precursora para esta fase en la historia de la bachata. Sin embargo su música había sido grabada con el refinamiento del estilo del bolero, y cantada en español estándar. Los bachateros de cabaret eran genios en su uso de jergas y expresiones callejeras para insultarse entre ellos o evocar el mundo en el que estuvieron viviendo. Marino Pérez, quien se quejaba constantemente hasta morir cuando vomitó completamente su hígado, era particularmente adepto a esta clase de composición, y fue uno de los modelos para una generación completa.

Musicalmente, la bachata que surgió del cabaret era generalmente tosca y a menudo grabada en una sola toma utilizando un micrófono. La estética exigió sentimiento y sabor más que un producto pulido; esto fue debido por supuesto, en parte, a la pobreza de muchos de los músicos y productores que no podían pagar una segunda toma. (Existieron excepciones, como el trabajo hecho en el primer periodo de la bachata por Cuco Valoy, que se llamaba a si mismo “El Pupi de Quisqueya”, que estaba basado en el bolero, tocaba y grababa con un extremo cuidado, y completamente “de cabaret”). La música también llegó a ser, para la mayor parte, más sencilla y rápida. La guitarra solista fue siempre animada y vistosa, especialmente cuando era grabada por virtuosos como Edilio Paredes o Augusto Santos (Olvida ese hombre) , pero la composición armónica de muchas canciones consistía de dos o tres cuerdas, y a menudo tenían estructuras y melodías similares. Por un lado esto se debía a la informalidad económica de la bachata – muchos bachateros grababan las canciones de otros bachateros, o grababan la misma canción varias veces, o simplemente cambiaban las letras a una melodía que ya había tenido éxito alguna vez. Las voces también eran toscas, algunas veces fuera de tono. Sin embargo, la bachata de este periodo es algo de la música más única y remarcable en la historia de América Latina. No censurados por las compañías discográficas, ignorados por la sociedad dominante, los bachateros contaron casi libremente y de manera abierta la historia de una vida de pobreza y marginación.

A medida que terminaba la década de los setentas y comenzaba la década de los ochentas, la bachata se volvía cada vez más bailable, nuevamente una innovación inspirada por Edilio Paredes y otros músicos de estudio en respuesta al gusto del público. Un estilo conocido como el genuino, que consistía de una progresión a I-VI7-ii-V7, llegó a ser extremadamente popular en la bachata de cabaret alrededor de esta época y continuó siéndolo por muchos años, incluso pasada la introducción de la guitarra eléctrica dentro del género. Juan Bautista, Teodoro Reyes y en alguna magnitud Luís Vargas continuaron siendo bachateros de cabaret en la era moderna, y uno puede imaginar que la bachata, al igual que el blues, permanecerá siempre en alguna magnitud asociada al mundo de la bebida y de la prostitución.

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62 Comments

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jess garcia June 12, 2006

Even thought the music was, and still is out of charts for many dominicans, specially those over 40s, Bachata has progressly grown up to be a much more sensual, danceable and ecleptic music than it was 20 years ago. If you really7 like it you should listen to: FRank Reyes, Zacarias Ferreira, Elvis Martinez and more. I'm sure you will have a better grip on it

janice chamberland April 26, 2006

I am in love with this music and the sensual dance that flows with it. My onlt regret in life is that I am only discovering it now when this beautiful music could have been seducing my heart and body for the past 20.

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